Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Reyes 23, 12-18

12 Los altares que estaban sobre el terrado de la habitación superior de
Ajaz, que hicieron los reyes de Judá, y los altares que hizo Manasés en los
dos patios de la Casa de Yahveh, el rey los derribó, los rompió allí y arrojó
sus cenizas al torrente Cedrón.

13 El rey profanó los altos que estaban frente a Jerusalén, al sur del
Monte de los Olivos, que Salomón, rey de Israel, había construido a
Astarté, monstruo abominable de los sidonios, a Kemós, monstruo
abominable de Moab, y a Milkom, abominación de los amonitas.

14 Rompió las estelas, cortó los cipos y llenó sus emplazamientos de
los huesos humanos.

15 También el altar que había en Betel y el alto que hizo Jeroboam,
hijo de Nebat, el que hizo pecar a Israel, derribó este altar y
este alto,
rompió las piedras, las redujo a polvo, y quemó el cipo.

16 Volvió la cabeza Josías y vio los sepulcros que habían allí en
la
montaña; mandó tomar los huesos de las tumbas y los quemó sobre el altar,
profanándolo, y cumpliéndose así la palabra de Yahveh que había dicho al
hombre de Dios cuando Jeroboam estaba en pie junto al altar durante
la
fiesta. Josías se volvió y vio la tumba del hombre de Dios que había dicho
estas cosas;

17 y dijo: «¿Qué monumento es ése que veo?» Los hombres de la
ciudad le respondieron: «Es la tumba del hombre de Dios que vino de Judá
y anunció estas cosas que has hecho contra el altar de Betel.»

18 Dijo él: «Dejadle en paz. Que nadie toque sus huesos.» Y salvaron
sus huesos, junto con los huesos del profeta que vino de Samaría.